Liang Xinjing se mantiene firme en su decisión de seguir a Dios incluso cuando su marido recurre a la violencia contra ella y, a la larga, se empeña en divorciarse.
Poco después del divorcio, el Partido Comunista pone en marcha otra operación a gran escala de detención de cristianos, lo que obliga a Liang Xinjing a huir de la región.
La policía y sus agentes del «brazalete rojo» interrogan y amenazan continuamente a su hija, a quien preguntan por su paradero.
Al vivir en un constante estado de terror y ansiedad, su hija desarrolla un linfoma. Cuando Liang Xinjing se entera, se sume en la desesperación más absoluta.
¿Cómo ora y se ampara en Dios para superar esta dificultad, esta prueba? ¿Qué aprende de ella? Mira Crecimiento para descubrirlo.